ilustración

Urban sketching Sagrada Familia

Ir a dibujar a la Sagrada Familia siempre es entrar en terreno pantanoso, la facilidad con la que se llena de gente de todo tipo, evidentemente el grupo principal son los turistas, pero puedes perfectamente encontrarte con un campeonato de petanca, con un grupo de gente que se reúne y que pertenecen a cualquier tipo de religión haciendo unas jornadas de encuentro, te puedes encontrar a los testigos de Jehová te puedes encontrar grupos de turistas que están perdidos y no han encontrado el camino al hotel después de una gran noche de fiesta y… cuando por fin consigues encontrar ese sitio que dices desde aquí le sacaré algo de partido a mi dibujo es cuando empieza a aparecer: instagramers, tiktokers, el buscón de la mejor foto que se te sube delante de donde estas y ves que aparecen mas personas queriendo repetir lo mismo que hace él. Otros, vienen y se te ponen al lado a hablarte, a preguntarte qué material utilizas, también, el que te comenta que si su sobrina aprendió a dibujar pero lo ha dejado, que ella ha tenido mucho talento de pequeña pero nunca lo ha practicado, el niño que se te pone al lado y quiere dibujar lo que tú estás haciendo y te dice si le dejas algún lápiz o algún rotulador, la madre que no hace más que agradecerte tu paciencia y entre todo esto, acabas haciendo tu dibujo y te marchas contento con él, sobre todo si después tienes lo que hemos empezado a llamar una jornada de gastrosketching. Jornadas, en las que después de dibujar nos vamos a comer y al final no sabemos si acabamos buscando una localizacion para dibujar y después ir a comer o acabamos buscando un buen restaurante donde comer y ya de paso encontramos un punto que esté cerca para dibujar.